MICRORRELATO


  Sufriendo lo indecible por amor, Mario fue en busca de su amada, porque poco antes lo había dejado por otro hombre. Mario la buscó por todas partes, pero ni rastro de ella.
  Mario se sentía solo y triste, no sabía que hacer, la mujer de su vida había marchado. Se sentó en un banco del parque, junto a la fuente y comenzó a llorar. Entonces, apareció una mujer rubia de ojos azules y Mario y ella empezaron a hablar. En ese momento, Mario supo que había encontrado a la mujer de su vida. El destino lo quiso, estaba escrito.

Comentarios

  1. Te doy mi voto, una historia bastante completa.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Te voto porque la historia me ha gustado mucho y también como se ha resuelto el microrrelato.

    ResponderEliminar
  4. Muchos errores en los signos de puntuación.

    7

    ResponderEliminar

Publicar un comentario